Silvia Fernández /
Las Palmas de Gran Canaria
El agravamiento de la situación y la dificultad para
encontrar un empleo elevó en 2011 un 26% el número de parados sin ingresos. A
finales del pasado año había 100.234 parados que no percibían ayudas, 26.684
más que en 2010, cuando ascendían a 79.550.
El paso de los días y los meses sin encontrar un nuevo
empleo se ha traducido en la pérdida progresiva de las prestaciones por parte
de muchos canarios. En sólo un año, ha ascendido hasta los 100.234 el número de
parados isleños que no tienen ninguna fuente de ingresos.
Del otro lado, hay 165.979 que cobran alguna ayuda, aunque
sólo 64.160 cobran lo que popularmente conocemos como el paro, esto es, la
prestación contributiva que ofrece el Estado a las personas que pierden su
empleo y que hayan cotizado previamente. El resto, 101.819 tienen que
conformarse con los subsidios de carácter asistencial que da el Estado: 81.076
perciben la ayuda de 426 euros que se concede a las personas que han agotado la
prestación contribuitiva y tienen personas a su cargo; y, 20.743 personas cobran la Renta Activa de
Inserción (RAI), una ayuda de 421 euros destinada a personas con especial
dificultad para incorporarse al mercado de trabajo.
Hace un año, las personas que no cobraban ayudas se elevaba
hasta las 79.550 mientras que 177.143 percibían algún tipo de subsidio: 69.489
la prestación contributiva; 91.985 el subsidio asistencial y 15.669 la RAI.
Si las cifras de finales de 2011 se comparan con las de
igual período de 2009, la diferencia es aún mayor. Entonces, sólo habia 71.000
parados sin ayudas que vivían del apoyo de organizaciones sociales y
familiares. Por contra, eran 177.446 los que percibían alguna ayuda y de estos,
tenían derecho al paro 83.473.
El agotamiento de las prestaciones se traduce en un descenso
de los fondos que el Estado destina a Canarias. En noviembre de 2009 gastó
134,3 millones frente a los 123
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