D.E. Torres
La crisis devuelve a los jóvenes canarios al lado de sus padres, les
mantiene en las aulas durante más tiempo y los predispone a emigrar.
Tanto es así que el 83% está dispuesto a salir de las Islas para ampliar
sus estudios pero sobre todo para trabajar. En 2007 esta opción sólo la
contemplaba el 25% de los jóvenes, según el Diagnóstico de la situación
de la juventud de Canarias 2012 dado a conocer
ayer por el consejero de
Presidencia, Francisco Hernández Spínola.
Los datos que
arroja la encuesta -en la que participaron 1.145 jóvenes de 14 a 30 años
de las siete Islas entre el 25 de septiembre y el 21 de octubre del
pasado año- apuntan cambios sustanciales en el estilo de vida de la
población juvenil. Y es que el paro, a tenor de la Encuesta de Población
Activa (EPA) del último trimestre, afecta al 63% de la población activa
menor de 30 años, y de esos el 56% lleva más de un año en las colas del
Servicio Canario de Empleo. El resultado lógico es la pérdida de
independencia, económica y residencial.
La población
emancipada que ha regresado entre 2010 y 2012 a casa de sus progenitores
es del 26,5%. Son los llamados boomerang kids. Jóvenes a los que la
finalización de sus estudios fuera del Archipiélago o en otra isla y las
escasas perspectivas de trabajo, o bien los bajos salarios, la carestía
de vida o el desempleo obligan al retorno al hogar. De hecho, el
porcentaje de población entre los 18 y los 30 años que vive con sus
padres u otros familiares ha pasado en dos años del 58,8% al 63,4%, casi
cinco puntos porcentuales menos. Baja, por contra, el porcentaje de
quienes vive con sus suegros (-0,1%), los que tienen vivienda propia
(-0,7%), los que vive en pareja (-1,3%) o en piso compartido (-2,4%). Es
decir, si en 2010 se podía afirmar que el 40,4% de la juventud canaria
estaba emancipada en lo que a su residencia se refiere, hoy es el 35,7%.
La causa: la reducción o la no disposición de ingresos.
El
62% de los jóvenes entre 18 y 30 años vive principalmente del salario o
las prestaciones de otras personas, frente al 38,3% que se considera
autónomos económicos.