La desigualdad en Canarias ha aumentado de tal manera que ya no
existe la clase media y la brecha entre pobres y ricos se hace cada vez
más amplia. Síntoma de esto es el descenso del gasto de los hogares
isleños en productos de primera necesidad, como es la comida.
Esto fue puesto de manifiesto durante el debate de esta semana, que
contó con la asistencia del secretario general de la Asociación Canaria
de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), José
Baltasar González; el secretario general de la Unión de Consumidores de
España en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Raúl Alonso; el
presidente de Cáritas Diocesana en la misma provincia, Leonardo Ruiz del
Castillo, y el profesor de Sociología de la ULL, José Saturnino
Martínez.
Para el representante de Asodiscan, el descenso del gasto en la
alimentación es fruto de que un porcentaje muy amplio de la población
esté en paro y viva de subsidios. Esto resulta, a juicio de José
Baltasar González, una situación preocupante, porque "la alimentación es
básica y todos tenemos derecho a ella". Para González, estos datos
ponen de manifiesto "que la brecha entre ricos y pobres se ha
incrementado, poniendo en peligro la existencia de la clase media". La
importancia de este sector de la sociedad la explicó a través de dos
factores. "Primero el económico, porque son propensos al consumo, y,
segundo, de estabilización social, pues hay un problema cuando entre los
más privilegiados y el resto no hay nada".
Destacó que, desde el primer punto de vista, la reducción del gasto
genera un descenso en la generación de riqueza y empleo, "y esto se
convierte en un círculo vicioso". "Si no existe consumo, las empresas de
distribución no demandan y no se produce, generándose una espiral que
redunda en más paro y pobreza y va un círculo negativo donde parece que
nos hemos instalado", señaló.
Por su parte, Raúl Alonso destacó que también hay que analizar qué
tipo de alimentación se demanda, pues la principal bajada en la demanda
han sido los productos frescos, y esto repercute en la salud de las
personas. Además, resaltó los "graves incumplimientos de nuestra
Constitución, que dice que la riqueza está al servicio del interés
general".
Alonso hizo un llamamiento a los políticos para que gasten "las energías
en buscar las fórmulas en sacar a estas familias de esta situación, de
la que no son culpables, porque, además, se les ha criminalizado a ellos
de quedarse sin empleo y perder su casa". Explicó que la clase media
era aquella que gozaba de cierta estabilidad económica que le permitía
una planificación familiar, "pero estas personas han desaparecido porque
la precariedad es tal que impide o limita por la incertidumbre".
Además, señaló que la situación se agrava cada vez más, porque los que
"aún tienen cierta capacidad no saben si mantendrán su empleo o le
recortarán el salario, y "no gastan". "Ya no hay ese sentimiento de no
soy rico pero vivo acomodado", sentenció.
Por su parte, Leonardo Ruiz del Castillo discrepó con las cifras del
Istac, y aseguró que los canarios bajo el umbral de la pobreza "no son
el 23% sino el 35%, 735.000 personas". Recordó la alta tasa de paro
(33%), que de estos el "64% están sin trabajo desde hace más de dos
años", y destaco que "un 19% de los hogares tiene a todos sus miembros
en paro y 130.000 hogares no tienen ningún tipo de ingreso en Canarias".
Destacó que las familias se quitan productos de alimentación y también
acuden a otros que "llenan más, como es el pan". El presidente de
Cáritas recordó que en los últimos años de la crisis se ha incrementado
la demanda de ayuda en un 75%, y "lo principal que piden es comida,
después solicitan ayuda para pagos de recibos, luz, agua, alquiler,
hipotecas para evitar desahucios y salud, pues no hay dinero para
medicamentos tampoco". Señaló que por eso, dado que los niños no solo
van al colegio sin desayunar, sino también sin cenar, la Institución ha
decidido "atender a menos gente pero mejor, sin dejar de ofrecer ayuda".
Ruiz del Castillo también consideró que la consecuencia de todo esto es
que "la clase media esté desapareciendo", y ahora están "un pelín más
arriba de la pobreza, pero ya no es la que conocíamos, que se permitía
cosas y tenía ahorros". "A las personas que trabajaban en la
construcción se les llegó a llamar los nuevos ricos de la clase media, y
ahora están en horas muy bajas",
El último en intervenir fue José Saturnino Martínez, quien consideró que
Canarias "ha vuelto a niveles de los años 70 en pobreza, aunque los
pobres de ahora no lo son tanto como los otros". Señaló que España,
según la OCD, es donde más está aumentando la desigualdad con la crisis,
"pero dentro del país, en Canarias es mayor". Explicó que esta
desigualdad aumenta porque el sector más pobre de la sociedad es donde
más se produce. "En las Islas al 10% de los más ricos les afecta pero
poco, sin embargo el 10% más pobre es quien más se ha empobrecido",
resaltó. Por ello consideró que hay que "hacer una reflexión de cuál es
el modelo político-económico y el estado de bienestar que tenemos que ha
hecho que la crisis nos afecte mucho más en términos de pobreza y
desigualdad".