Contenedores hasta las tachas en pleno verano y desperdicios por doquier en los alrededores de la empalizada que debería marcar la frontera que las bolsas de basura nunca deberían traspasar en Pozo Negro. Sin embargo, las bolsas terminan rotas y su contenido nauseabundo esparcido por el pueblo y hasta por las lavas. Pozo Negro, un pueblo marinero con algunas casitas en primera línea de costa, alberga también uno de los campings más concurridos de la Isla en periodos vacacionales. Durante estas fechas la población del enclave se ha multiplicado hasta tal punto que los contenedores han rebosado en numerosas ocasiones.
«Llevamos así todo el verano en Pozo Negro, es una vergüenza que no se pongan soluciones por parte de las instituciones responsables. Incluso he visto a extranjeros sacando fotos a la basura acumulada, es una pena que estemos dando esta imagen tan negativa a los turistas que nos visitan», denunciaba Hormiga.