lunes, 16 de julio de 2012

Es un crimen que los niños canarios pasen hambre por culpa del despotismo político

Tiene que desaparecer la Televisión autonómica y la Radio "Nacional" de Canarias. Ambos medios públicos de comunicación son un derroche. ¿Qué vale más, una vida humana -aunque son muchas vidas en realidad- o la permanencia de la Televisión y la Radio canarias? ¿Merece la pena el hambre de muchísimos canarios para que don Paulino y su esposa tengan a su servicio estos medios de propaganda? Estas preguntas se las hacemos tanto al pueblo como a la Fiscalía Anticorrupción.
Mantener abierta la Radio y la Televisión autonómicas es un crimen político, pero no acaba aquí la actitud, políticamente criminal y despótica, de Paulino Rivero, de su esposa y de los mangantes políticos que les siguen el juego. El sábado publicábamos otra noticia estremecedora: "El ayuntamiento acogerá a 500 niños sin recursos en campamentos sociales". La noticia se refiere al Ayuntamiento de La Laguna. En total, serán 493 menores de familias con pocos recursos los que participarán en los campamentos urbanos del Centro Cultural Pérez Soto de Taco, El Tranvía de La Cuesta y el antiguo IES José de Anchieta.
Más hambre y más miseria para niños que deben ser socorridos por los servicios sociales de los ayuntamientos. ¿Qué obligación tienen los canarios de aguantar a la pareja de déspotas que nos gobiernan? No olvidemos que Paulino Rivero ha seguido al frente del Ejecutivo regional por culpa de una ley electoral que es legal pero no justa. Los partidos pequeños no pueden entrar en la Cámara legislativa por los topes impuestos, que son únicos -por disparatados- en todo el mundo. La Ley Electoral de Canarias solo permite que tenga representación  los grandes partidos políticos.