domingo, 6 de abril de 2014

20.000 VARONES CANARIOS OBLIGADOS A TRABAJAR EN EL HOGAR

Santiago tiene 54 años y lleva ocho sin trabajar. El paro y las ayudas se acabaron hace tiempo y desde hace cinco años vive con su madre y su tía, octogenarias las dos. Limpia la casa, hace la comida, las saca a pasear y los tres subsisten con unos 700 euros que cobran entre ambas por la pensión no contributiva. Durante su estancia en el paro hizo cursillos de formación, pero el empleo no llegaba. Desde joven tuvo que trabajar en un bingo para ayudar a la economía familiar, dejó los estudios y cuando lo echaron las expectativas fueron muy pocas. A su edad, es difícil encontrar trabajo sin formación básica.
Como él, 20.000 canarios en tan solo dos años han desistido de buscar trabajo ante la falta de esperanzas para encontrarlo y han dirigido su actividad a las labores de la casa, engrosando la población inactiva en las Islas, esto es, personas que estando en edad de trabajar, o no pueden o no quieren hacerlo. En esta situación se encuentran, fundamentalmente, los colectivos de personas que se ocupan del hogar, estudiantes, jubilados o prejubilados, incapacitados laborales o personas que reciben otras remuneraciones tales como prestaciones sociales.