"Aunque se nos venga diciendo que la situación va mejorando
macroeconómicamente, la realidad de las personas que nosotros atendemos
es de cada vez más pobres y más pobreza", ha declarado la secretaria general de esta organización humanitaria, Fátima Díaz.
Prueba de ello son los últimos datos disponibles sobre
asistencia a gente desfavorecida por parte de Cáritas Diocesana de
Canarias, que ha atendido en la provincia de Las Palmas a más de 9.000 familias, que suman unas 22.000 personas, en los seis primeros meses de 2013, con un aumemento de sea cifra en 34% respecto al mismo periodo del año anterior, ha subrayado la representante.
Sobre el perfil de las personas que acuden a su organización a pedir
ayuda para comer o pagar la luz o el agua, ha detallado que, a
diferencia de lo que ocurría años atrás, ahora son "mayoritariamente familias con menores a su cargo, con un rango de edad entre los 30 y los 49 años, el 81% en situación de desempleo y el 51 % sin ningún tipo de ingresos".
Y ha recalcado que su entidad no es capaz de dar respuesta a toda la gente que se dirige a ella, pero que entiende que esa es una labor que deberían acometer las administraciones públicas.