Rodrigo del Pozo
Es
evidente que CCOO y UGT hace mucho tiempo que han perdido la autoridad
moral por su burocracia, sus años de claudicación y sus corruptelas.
También es evidente que ellos ven en la Huelga General una oportunidad
para recuperar parte del prestigio y el poder perdido. Lo mismo pasa con
el PSOE que, junto con IU, van a instrumentalizar políticamente la
Huelga ¿Qué hacer entonces el 29M?.
En
mi opinión, el primer error consiste en centrar la lucha contra la
reforma laboral y los recortes sociales en el día de la Huelga General.
Parece como si estar o no contra la reforma se redujese a apoyar o no a
los sindicatos mayoritarios en su convocatoria. Ahí está la trampa.
Hoy
en día, la Huelga General es sólo uno más de los instrumentos de
presión social y creo que no es uno de los más eficaces, sobretodo para
presionar a las grandes empresas o al sector financiero, que son los que
están forzando todas estas medidas. Lo importante es sostener una
acción política permanente de denuncia, concienciación y presión moral,
antes y después del 29M, como vienen desarrollando diversos colectivos,
entre ellos el SAIn.
Considerando
entonces que el 29M no es el “juicio final” que coloque a unos a la
derecha y a otros a la izquierda, sino que lo importante es la labor
continua de denuncia tanto del poder político y económico como de la
falsa izquierda que representan CCOO, UGT, PSOE y IU, mi postura el 29M
es la de hace un llamamiento a la Huelga a pesar de la traición
sindical. Poniendo en un lado de la balanza el beneficio que sacarán las
cúpulas de la falsa izquierda con el éxito del 29M y en el otro lado lo
que se beneficiaría el PP y los mercados con un fracaso, la cosa queda
bastante igualada. Lo que para mí decanta la balanza del lado de la
Huelga es la solidaridad con los parados, los explotados y los que se
irán al paro con esta reforma laboral.
Salgamos
a la calle, también el 29M, a gritar lo más alto que podamos que no
queremos ni el poder de los mercados ni la mentira de la falsa izquierda
oportunista.