HARIDIAN MEDEROS
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Las familias canarias hacen piña ante la adversidad para socorrer a sus
allegados envueltos en una espiral de desempleo y ahogamiento por no
poder hacer frente a los pagos básicos de alimentación, hipoteca o
alquiler de una vivienda, luz y agua. Cada vez son más los que regresan a
casa de sus padres tras quedarse en paro, hacen cola ante las
organizaciones no gubernamentales para pedir una bolsa de comida o
incluso quien sólo tiene un euro para echar gasolina en su vehículo. El
escenario es "alarmante" e "insostenible", según los expertos y
representantes de entidades sociales, que advierten de que la situación
socioeconómica en el Archipiélago se agravará a medio plazo. Los datos
que desvela la Encuesta de Condiciones de Vida de 2012, dadas a conocer
el lunes por el Instituto Nacional de Estadística, son muy reveladores:
un 33,8 % de los ciudadanos que habitan en Canarias vive con menos de
diez euros al día, una tasa de pobreza superior a la media nacional
(21,8%) y una de los mayores índices de Europa. Además, el 60,8 % de los
hogares canarios no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos
como una avería en la lavadora o en el coche. El 53,4 % no puede
disponer de al menos una semana de vacaciones al año fuera de casa. El
8,5 % se ven obligados a retrasar el abono de recibos vinculados a la
vivienda y el 19,1 % sufre mucha dificultad para llegar a fin de mes.
Además de la red familiar que evita una revuelta social en las Islas,
otro factor es la economía sumergida, señalan, que ronda el 25 % y que
ayuda a subsistir. Y lo peor está por llegar, alertan los sociólogos,
para quienes los recortes a la educación, sanidad y servicios sociales
terminará de hundir el estado del bienestar.
La secretaria general de Caritas Diocesana en Canarias, Fátima Díaz, lo
tiene claro: "La situación se mantiene estable porque las familias
amplias están sirviendo de colchón". En su opinión, las familias con
problemas acuden a su propio clan, abuelos, hermanos y amigos más
cercanos, entre otros, para que les auxilien. Cuando esa vía acaba, una
de las alternativas es dirigirse a entidades como Cáritas para pedirles
que les paguen un recibo o el comedor o material escolar de los niños.
Según Díaz, "se está produciendo un mayor hacinamiento en las casas y el
empeoramiento de las condiciones de vida". Lamenta que las medidas que
van adoptando el Gobierno central y el regional "agudizan" la crisis,
como es el caso del copago farmacéutico, que afecta a unos padres
pensionistas, además de al resto de miembros de la unidad familiar. Para
la portavoz de Cáritas, la política de recortes sólo obedece a una
dimensión macroeconómica y "deja al margen la realidad de las personas".
Ante ello, las familias canarias están "amortiguando" el golpe y
"haciendo que la situación no parezca muy crítica". "Están haciendo
encajes de bolillos para llegar a final de mes y superando lo
imposible", asevera. Cáritas atendió en 2011 a 50.000 personas -el doble
de 2007- y han aumentado en un 40 % las familias que acuden por primera
vez a la institución.