G.Jiménez, Santa Cruz de Tenerife
La crisis económica ha generado una nueva estampa en los centros
escolares del Archipiélago, la de niños que acuden a clase sin desayunar
y que no tienen ningún alimento que ingerir a media mañana para
aguantar hasta finalizar la jornada escolar.
Además, tanto los colegios como la entidad tienen especial cuidado en mantener el anonimato de los beneficiarios.
"Llevamos el desayuno antes de que lleguen los niños al colegio, y el
personal del centro se lo da al menor, quien a media mañana lo saca de
su mochila como cualquier otro niño. Nadie tiene por qué enterarse de
quién le llevó esa comida, y así se evitan conflictos, discriminaciones o
incomodidades de los menores", destacó.
Respecto al núcleo familiar al que pertenecen estos menores, "se
trata de hogares cuyos progenitores (uno o los dos) están en paro, que
tienen necesidades económicas y que no pueden cubrir este tipo de
gasto", señaló la responsable del programa de lucha contra la pobreza de
la entidad.