Terminar con el problema de raíz
con el que se encontraban las grandes aseguradoras en España, la existencia de
un modelo público de pensiones que
cubría las necesidades mínimas de los jubilados - pese a la baja cuantía de las
pensiones medias - parece ser, en efecto, la principal prioridad de una
"reforma" iniciada por el Ejecutivo Zapatero y que el Gobierno
ultraconservador del PP se encuentra dispuesto a llevar hasta las últimas
consecuencias. Y la medida adoptada para desligar la revalorización de las
pensiones de la inflación - medida a través del IPC -, que supondrá en lo
últimos años una brutal pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, ha
terminado por provocar el efecto deseado por los "reformadores".
En las Islas, los datos aportados
por Icea -Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de
Pensiones- reflejan un espectacular
aumento en la contratación de seguros de pensiones desde que comenzó la crisis.
Sin embargo, es en lo que va de año la
contratación cuando la venta se ha disparado, incrementándose a un ritmo de
entre un 15% y un 26%. Un aumento con el que ni siquiera podían soñar estas
entidades hace cuatro años.
Las primas de estos planes de
futuro suponen más de la mitad del total asegurado en Canarias en 2012.
Alcanzan 379,8 millones de euros de los 629,7 millones globales. En 2010 eran
336,7 millones de euros. En 2011 descendieron a 332,3 millones, para reflejar en 2012 el incremento en la demanda de planes de pensiones y de jubilación.
En cuanto a los planes de
pensiones, son entidades financieras como Vidacaixa o BBVA Seguros las que se
están viendo más beneficiadas por el incremento en la contratación este tipo de planes individuales en 2012.
El incremento en la contratación de
seguros de pensiones ha sido superior en la
provincia de Santa Cruz de Tenerife que en la de Las Palmas, llegando a
alcanzar los 214,8 millones de euros frente a los 177,5 millones del año
pasado. En Las Palmas, las primas de
seguros de jubilación han crecido desde 154,7 millones en 2011 a 164,8 millones
en 2012, según datos de Icea.
La edad de los canarios que, en
mayor medida, están suscribiendo estos contratos oscila entre los 41 y los 51 años.
Pero los planes privados de
pensiones, que se deben sufragar al mismo tiempo que se mantienen las
cotizaciones a la Seguridad Social, no son un producto que se encuentre al
alcance de la mayoría de los trabajadores isleños, que reciben los salarios más
bajos de todo el Estado español. Por lo que esta mayoría social parece abocada -si la movilización y la organización popular
no lo impiden- a sufrir una vejez sumida en la más absoluta de las pobrezas. Con
pensiones públicas que, en el mejor de los casos, mantendrán a cientos de miles
de personas por debajo del umbral de la pobreza. Y, en el peor, sin recibir
siquiera los ingresos mínimos para garantizar su supervivencia.