M. Á. MONTERO / Santa cruz de Tenerife
Según
la Encuesta de Población Activa (EPA), el número de desempleados en
Canarias asciende a 362.300. La mayoría de estas personas no cobran
ningún tipo de ayuda. Tan es así, que son casi 200.000 los parados del
Archipiélago que no perciben ingreso alguno a fin de mes.
El
Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que dirige Fátima Báñez, solo
contabiliza 283.699 canarios en paro. Y es esta cantidad el punto de
referencia a partir del cual se calcula la llamada «tasa de cobertura»,
esto es, el porcentaje de desempleados que cobran subsidios. Sin
embargo, las cifras del ministerio no incluyen ni a los demandantes de
puestos de trabajo «con disponibilidad limitada» ni a los «otros no
ocupados». Los primeros son aquellas personas que especifican en su
solicitud una o más condiciones, por ejemplo, que solo podrían trabajar
durante media jornada; los segundos, quienes reciben, verbigracia,
cursos de formación.
De
modo que la tasa de cobertura cae cuando se obtiene desde el total de
desempleados que en realidad hay en la comunidad autónoma: 362.300,
conforme a los datos de la última EPA. Basta entonces con restar el
número de ellos que perciben alguna ayuda (169.900, según el
departamento que lidera Báñez) para descubrir que en las Islas son casi
200.000 (exactamente 192.400) los parados que sobreviven mes tras mes
sin el amparo del Estado.
De
lo anterior se desprende que los canarios sin trabajo y sin subsidio
alguno, los susodichos 192.400, son ya más que quienes aún disfrutan de
subvenciones, los referidos 169.900. Cabe insistir en que estas cerca de
200.000 personas no ingresan ni «el paro» ni ninguna de las
prestaciones del «nivel asistencial»; sobreviven, pues, al cobijo de sus
familias o de la economía sumergida, cuyo peso en el PIB de las Islas
es de los más altos de las 17 comunidades autónomas y supera ya el 30%.