viernes, 19 de septiembre de 2014

VUELVE A CANARIAS EL DESGÜACE DE BARCOS

La economía está cambiando. Lo que había pasado a ser un trabajo de esclavos en el sudeste asiático vuelve a este Norte enriquecido que es Canarias. ¿Por qué? ¿En que condiciones estarán los trabajadores? ¿Venir del paro será excusa para la explotación?


María José Pallarés  / Las Palmas de Gran Canaria/Canarias7
El buque de desembarco Hernán Cortés, de 159 metros de eslora, prestó servicio en la armada de EE UU y  la española. Llevó a cabo operaciones en el Atlántico, y de paz en la antigua Yugoslavia y Albania. Este jueves pone fin a su vida en el desguace de Arinaga. El desmantelamiento de la chatarra dará empleo a 20 agüimenses en paro.
Actuaciones Navales Las Palmas adquirió en subasta  para su desguace por 450.000 euros el buque de desembarco Hernán Cortés, que prestó servicios en las armadas  de EE UU y de España hasta 2009, cuando se le dio de baja.
Botado en 1971 en Boston, en Estados Unidos para la Armada, mide 159 metros de eslora, y tiene  capacidad para 400 marines,  30 carros de combate y 17 camiones. Esta ocupación da idea de la envergadura de la embarcación, la de mayor volumen que ha atracado en el muelle de Arinaga, junto con el patrullero Grosa para ser desguazadas. Pero no serán los últimos.   En breve llegará la fragata Baleares también para su desguace.
De hecho, «la carrera no ha hecho más que comenzar y Arinaga se convertirá en el referente del desguace en la isla», afirma el empresario Juan Ortega, propietario con otros socios de la de momento única desguazadora de la isla, Actuaciones Navales Las Palmas, que tiene delegaciones en Ferrol, Cabo Verde, Barcelona y   Tenerife.
Aventura que este negocio «pasa por un momento boyante, si se tiene en  cuenta que, por ejemplo, en el puerto de La Luz y Las Palmas se quieren deshacer de todos los barcos chatarra porque necesitan el máximo espacio posible de cara  a los movimientos que traerá consigo el inicio de las prospecciones petrolíferas», vaticina el empresario. De hecho este buque de la Armada, dará empleo a 20 parados de Agüimes en principio durante medio año. Las miras están puestas en el gigante buque de desembarco Hernán Cortés, cuyo aspecto casi fantasmal ocupa 159 metros del  muelle de Arinaga, al que llegó tras ocho días de navegación desde Cádiz arrastrado por el remolcador también de la compañía  Orion Bull. 
Del Hernán Cortés se aprovechará todo, porque además de la chatarra, «que ya está vendida», apunta Ortega, el resto de los objetos servibles se reciclan. «Es un negocio rentable», dice el empresario, que está seguro de la rentabilidad de la gran inversión  realizada por su empresa para adquirir este buque a la Armada.
Estima que en un mes estará ultimado el proyecto de desmantelamiento, que debe tener el visto bueno de Capitanía Marítima y la Autoridad Portuaria, para comenzar la retirada pieza por pieza de un barco con historia.