A.M.RODRÍGUEZ
La vuelta a sus países de origen de muchos
inmigrantes es un hecho que cada día se ve más debido a que el colectivo
más vulnerable es el suyo, debido a las muchas trabas que presentan para
ellos el mercado laboral y también el burocrático por no tener papeles o no
renovarle el certificado de residencia. En Canarias se ha multiplicado
por cinco en los últimos años la cifra de inmigrantes que se ha ido,
la mayoría de origen sudamericano.
Mientras sigamos poniendo trabas y fronteras entre las
personas este mundo no va ha cambiar. Ellos igual que nosotros en los años
cuarenta cuando emigrábamos en el Telemaco a Venezuela, lo hicimos por
encontrar una vida mejor.
Es lo mismo, el problema de los inmigrantes y el
de los parados no debemos mirarlo por separado por mucho que quieran algunos
enfrentarnos unos a otros.
El gran problema es que esto está orquestado para
que haya enfrentamientos entre nosotros, y que no nos demos cuenta de
que la unión hace la fuerza. No interesa que veamos el problema de los demás
como el nuestro, que al final es el mismo, el paro.
El paro que padecen el 50% de los jóvenes
y que no va a cambiar ahora que no llegan y se van muchos inmigrantes. Y
nuestros sindicatos callados y nuestros políticos echándose la culpa unos a
otros y los más pobres pagando las consecuencias.
Evadir esto es enterrar nuestro futuro y el de nuestros hijos que son la primera
generación con peores condiciones laborales que sus padres