El periodista F. J. Chavanel explica qué puede pasar con Clavijo y la trama del falso socialismo. Interesante.
2.- El cese de Clavijo, según José Miguel Pérez. Hasta un hombre
apacible y serio como José Miguel Pérez pierde la cabeza cuando lo que
se juega es la reedición del pacto con Coalición Canaria, cuando se ata a
la silla como un poseso para no dejar paso a la candidata oficial
Patricia Hernández.
A la pregunta de qué haría él si le sucediese en su partido algo
parecido a las imputaciones de Fernando Clavijo respondió: «Lo cesaría
en el minuto uno». Muy bien. Rápido y al pescuezo. En su propio partido
tiene un asesor llamado Carlos Espino multiimputado en el caso de los
Centros Turísticos de Lanzarote. Espino es asesor suyo, trabaja para
él…, aunque lo justo sería decir que no trabaja para nadie pues no
aparece por la consejería. Le pagan 3.000 euros netos de los impuestos
que recaudan de nuestros bolsillos para que pasee por Lanzarote y se
dedique a sus conocidas conspiraciones.
También puede ocurrírsele cesar al alcalde de Teror, Juan de Dios
Ramos, un prócer que colecciona todos los años unas cuantas
imputaciones, producto, sin duda, del mucho tiempo que lleva en la
Alcaldía. O a Casimiro Curbelo, presidente del Cabildo de La Gomera,
enredado en una serie de acusaciones en los tribunales por parte de un
grupo que desea retirarlo de la política. O de José Montelongo,
candidato seguramente a la Alcaldía de Arrecife, imputado en la
operación Montecarlo de forma bastante ligera, al modo de Lanzarote.
La presunción de inocencia es para todos, no solamente para los amigos.
Pérez debiera escuchar el resumen de las escuchas preparadas por el
juez Pamparacuatro y la UDEF a los periodistas. Son unas escuchas muy
particulares, pues no tienen nada que ver con el auto ni con las
imputaciones. Debieran ser escuchas retiradas del procedimiento y, sin
embargo, son el alimento que estimula la sospecha sobre la maldad de
Clavijo. En una de ellas el empresario Ambrosio Jiménez le pide un favor
urbanístico al alcalde de La Laguna. Por lo que se oye da la impresión
de que Clavijo colabora y que hace lo que le pide Jiménez. Lo que no se
entiende es cómo si eso es así Pamparacuatro no encontró delito alguno…
Pero esa es la escucha del resumen. La transcripción de la escucha real,
sin cortes ni añadidos, registra un empresario que pide un favor, favor
que no es concedido por el alcalde porque está visiblemente enfadado
con Jiménez porque no ha acometido una serie de obras comprometidas con
anterioridad. Es decir, ocurre todo lo contrario de lo que se pretende
que interprete la opinión pública. En fin, marca de la casa.
Veremos si Clavijo aguanta o no el peso de las imputaciones de
Pamparacuatro, cuestión nada sencilla, pero pase lo que pase no
olvidemos que las cosas suceden por motivos conectados con el poder y la
gloria y, por lo tanto, con los pactos con el diablo.
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