lógicas consecuencias en los presupuestos de las entidades locales, esto es,
Fue 2007 el último año que disfrutó de presupuestos
públicos precrisis, pues ese octubre se escribiría el primer capítulo de
la recesión: el de las hipotecas subprime
o basura. Durante ese ejercicio, el gasto presupuestario de los 88
ayuntamientos y siete cabildos en las remuneraciones de sus altos cargos
ascendió en total a 30.708.000 euros, según los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas en que ha consultado ABC. En 2013, último año del que el departamento que dirige Cristóbal Montoro dispone de la liquidación de los presupuestos consolidados de las entidades locales, aquellos poco más de 30,7 millones fueron 32.352.000 euros, 1.644.000 más.
En otras palabras: cinco ejercicios de estrecheces después, las
corporaciones municipales e insulares de la comunidad autónoma se las
apañaron para mantener y aun incrementar los fondos destinados para sus
«órganos de gobierno y personal directivo». Hay que puntualizar, eso sí,
que estas son las cifras del conjunto de los 88 ayuntamientos y siete
cabildos, de modo que no excluyen el hecho de que haya entidades que sí
se apretaran el cinturón también en esto.
Los datos oficiales también permiten observar que el
incremento del gasto en las retribuciones de los alcaldes, presidentes y
demás no solo es tal al comparar las cantidades de 2007 con las de
2013, cuando pudiera pensarse que ya lo peor de la crisis había quedado
atrás, sino que ha sido una constante. En ninguno de los ejercicios posteriores al de 2007, en los que caían los ingresos (1.541 millones menos en 2013), fue la suma consignada inferior a 31,9 millones (2012).