“Sólo parad la guerra en Siria. No queremos irnos a Europa”. Así de
simple y punzante es el mensaje que Kinan Masalmeh, un niño sirio de 13
años, tiene para la comunidad internacional.
Los muertos en el Mar y
Los Refugiados Sirios son la manifestación más reciente de un drama
que viene de lejos: La emigración forzosa, las guerras provocadas,
la explotación, el hambre, el expolio,... así como la canallada de
las Leyes de Extranjería de los países enriquecidos.
Para el 82% de la
población mundial el hambre, la sed, la enfermedad, el
analfabetismo, las guerras y la miseria son su vivir cotidiano. En el
mundo existen más de 70 guerras. El 95% de las víctimas de las
guerras actuales son civiles. Todas las guerras son provocadas y
mantenidas para hacer más negocio: negocio con la venta de armas y
negocio con el expolio de las materias primas.
Existe un entramado de
organismos internacionales (gubernamentales y privados) totalmente
interconectados que, bajo apariencia de impulsar el desarrollo,
mantienen el robo a los empobrecidos.
El funcionamiento actual
de los mercados, impuesto por las grandes potencias en el diseño de
las relaciones económicas, provoca a los países empobrecidos
pérdidas de más de 500.000 millones de dólares al año, diez veces
más de la ayuda que reciben para el desarrollo,así tenemos que la
ayuda es un negocio y un engaño, que es fruto de las llamadas
“políticas de codesarrollo” que se han mostrado ineficaces para
acabar realmente con la miseria. Lo que realmente se hace es nuevos
negocios. Negocio en su venida, negocio en la ayuda, esto apunta a
un sistema económico injusto. Y los sindicatos y partidos políticos
no se están preocupando suficientemente de este drama.
El aplastamiento de los
empobrecidos continúa en nuestros países con la explotación de los
inmigrantes a los que, además de poner vallas y poner trabas
legales, no importa el dolor de los ahogados, ni las familias rotas,
ni las economías a las que se les roba a sus mejores trabajadores.
España se ha convertido
en gendarme de la inmigración, apoyándose en Europa. España
legaliza el asesinato en la valla de Melilla y en sus costas, con un
sistema militar (el Frontex) o en la travesía por el desierto (con
tratados en sus propios países) y quieren apertura de fronteras
según los intereses económicos abalado por las leyes.
La Ley de extranjería
criminaliza a los inmigrantes, los detiene como delincuentes y
persigue la solidaridad con ellos, además de negar sistemáticamente
el derecho de asilo a los refugiados políticos.
El partido Sain propone
que la sociedad española y el resto de los países luchen contra
este genocidio y para ello es necesario la Solidaridad. Es necesaria
una globalización de la Solidaridad.
Exigimos el cese
inmediato de todos los mecanismos de robo a los empobrecidos.
Devolución de lo robado.
Garantizar el derecho a
emigrar y a no tener que emigrar.
Eliminación de los
sistemas de control de fronteras y el cierra de los CIE (Centros de
internamiento para extranjeros) tanto en España como los construidos
en el Norte de África.
Así como derogar la
actual Ley de Extranjería, y haga lo que de hacer: SERVIR AL BIEN
COMÚN.